Raquel vive en Urubichá, se dedica a tejer y a vender los productos que hace artesanalmente. Nos cuenta que conoció a IRFA a través de su vecina Lourdes, quien la invitó a participar en el taller de producción textil. Algo que recuerda como un buen aporte para ella porque perfeccionó su técnica.Esta joven nos explica que esta es la forma que la gente tiene para conocer las capacitaciones “muchas mujeres no se enteran de los talleres porque no tienen mucha comunicación, tiene que ser que vaya alguien a su casa o que su compañera o su vecina le diga que vaya con ella” nos cuenta. 

Raquel es una gran emprendedora que en un futuro quiere montar su propio negocio, escucha su testimonio de primera mano aquí:

“Yo comencé con el curso de textil, pero luego fui también al de repostería, ese me gustó mucho, ya hicimos cuñapés para vender también” nos explica esta joven con ilusión. También nos comenta que la formación en transformación de la leche le abrió un campo nuevo de trabajo “eso queremos intentarlo más, pero la verdad es que a veces nos cuesta conseguir leche” pero afirma, entre risas, que se acuerda de todos los pasos para hacerlo porque los apuntó en su cuaderno. Algo que puede completar con los cuadernos que desde IRFA se entregan al finalizar cada curso.

Las participantes de las capacitaciones suelen pasar mucho tiempo juntas, y hacer amistades es prácticamente inevitable, algo que resalta Raquel y que pone de ejemplo su amistad con doña Nancy “yo la conocía, pero de lejos no más, pero ahí ya en el curso la conocí como buena persona, es divertida, muy chistosa”. 

Para esta joven es importante que estas capacitaciones de mujeres no se queden aquí “que sigan más adelante, es algo que se sigue necesitando aquí porque nadie trae cursos para que podamos aprender” y propone que los que vengan sean relacionados con la estética “quisiera que haya curso de decoración, de peluquería”.

Mientras tanto, Raquel quiere montar un negocio propio en su casa, donde poder atender a la gente. Está pensando todavía en qué emprender firmemente, pero no pierde su objetivo y seguirá avanzando poco a poco para lograrlo.

Por: Lucía Aragón

Leave a Comment